El inventario del Taller Roca Negra del Premio Nacional de Artes Federico Assler, es un proyecto que se trabajó desde el año 2018 desde la Subsecretaría del Patrimonio Cultural, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en relación a la protección de los archivos de arte.
Después de cuatro años de trabajo de la mano del mismo Premio Nacional de Artes 2009, su esposa Francisca Délano, y diversos profesionales interdisciplinarios quienes durante un millar de días se dedicaron a levantar, inventariar y georreferenciar el Taller Roca Negra, este lunes 07 de marzo, el MINCAP lanzó este documento con el fin de fomentar el resguardo y puesta en valor de este acervo y contribuir a la investigación en las artes, aportando elementos relevantes para la construcción de la memoria de la obra y archivo de Federico Assler y el lugar donde ha desarrollado su obra en los últimos 30 años..
Con la presencia del Subsecretario de Patrimonio Cultural, Emilio De la Cerda y el Premio Nacional de Artes Plásticas 2009, Federico Assler y su mujer Francisca Délano, se realizó en el Palacio Pereira el lanzamiento del Inventario Taller Roca Negra que hoy queda disponible a la ciudadanía para descarga gratuita en la web del Ministerio y consulta en el Centro de Documentación del CMN “Roberto Montandon Paillard”, en el Centro de Documentación de las Artes Visuales del Centro Nacional de Arte Contemporáneo (CEDOC-CNAC) y también en el Museo Nacional de Bellas Artes. En la ocasión se presentó además un microdocumental sobre este trabajo con testimonios del artista, autoridades y profesionales que trabajaron en todo este proceso
Como parte de este proceso, durante abril y mayo estarán expuestos en la galería en cruz del Palacio Pereia parte de la colección de Blocks de Dibujos de Assler, la cual consta de 189 blocks o libretas de dibujo realizadas desde la década de 1970 hasta la fecha de forma sistemática. Esta colección se pudo registrar e inventarias de forma inédita en el marco del de este inventario.
“Nosotros como Ministerio estábamos trabajando un piloto para realizar un programa social ligado a los archivos de los artistas, que son muy vulnerables y al igual que los lugares de creación suelen constituir el reflejo y el soporte vital de una obra.. En paralelo Federico Assler estaba entrando en una preocupación respecto al destino de Roca Negra, su taller y Parque de Esculturas. Eso el 2018 confluyó y decidimos echar a andar este proyecto”, señaló el Subsecretario del Patrimonio Cultural, Emilio De la Cerda.
Esta iniciativa permitió inventariar más de mil trabajos de Federico Assler entre archivos, documentos, blocks y piezas artísticas de incalculable valor, para construir un gran catálogo de su obra, permitiendo construir una herramienta que ayude a su conservación material, protección de la obsolescencia y la desaparición material, y también como un documento de trabajo para una continua interpretación de la obra de Federico.
En ese contexto Federico Assler, Premio Nacional de las Artes Plásticas 2009 señala que; “A mí me gustaría que este espacio quedara como un lugar de visita porque la casa se ha convertido en un lugar de exhibición, como un pequeño museo o galería y un taller lleno de obras. Queremos encontrar una manera de que las personas que deseen venir puedan conocer esto, porque una cosa es que tú la veas proyectada y otra muy distinta es la experiencia de venir y caminar y estar acá y tocar las cosas”.
En las últimas décadas Assler reside y ha desarrollado su obra en el Cajón del Maipo, y junto a su esposa Francisca Délano, han construido desde 1993 el Taller Roca Negra, un espacio para su trabajo e instalación de su producción artística. “Normalmente los artistas no muestran su última manera de trabajar y Federico sí lo hace, yo veo que él tiene una generosidad enorme de querer mostrar su proceso trabajo y normalmente tiene mucha gente joven interesada en su escultura, en su proceso, en su manera de pensar, tan entusiasta de estar siempre proponiendo cosas nuevas”, dice Francisca Délano.
El lugar hoy alberga trabajos de distintos periodos de su vida —incluyendo pintura, grabado, dibujo y también numerosos bocetos y maquetas, más todas las herramientas construidas por el propio Federico— y gran parte del archivo personal del artista, principalmente su dedicación al trabajo artístico con el hormigón. “Yo prefiero que las obras estén en espacios públicos o en exterior y que reciban la luz del lugar, las diferentes estaciones y no instaladas en un lugar de luz permanente sin cambios, porque una obra afuera siempre está cambiando y por eso mi interés de ir siempre con una obra a la calle, a la ciudad, al encuentro del hombre”, señaló el artista Federico Assler.
“El Taller de Roca Negra es un sitio excepcional, el lugar donde una obra se pudo concretar, donde el pensamiento de décadas de un artista ha logrado cristalizar y donde están puestas todas sus referencias como sus materiales de trabajo, sus herramientas, sus cuadernos, sus obras, etc. En ese sentido Roca Negra es un sitio único en Chile que está asociado a un Premio Nacional que tiene una de las obras escultóricas más potentes que se conocen en los últimos 50 años. Y es por eso que llegamos a ese sitio y la importancia patrimonial que le asignamos”, concretó el Subsecretario De la Cerda.
Federico Assler, Premio Nacional de las Artes Plásticas 2009
Federico Assler Brown se ha consagrado como uno de los referentes de la escultura en Chile, habiendo además desempeñado importantes roles en la gestión artística en el país. Nació en Santiago de Chile el 24 de abril de 1929 e ingresó a la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso en 1954, donde permaneció un año y posteriormente ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar. Sus primeros trabajos estuvieron ligados a la pintura, pero luego su interés por representar el volumen lo llevó a la escultura.
Integró la llamada Generación del 50’, grupo de escultores caracterizado por la experimentación con nuevas técnicas y materiales, entre quienes se cuenta a Raúl Valdivieso, Sergio Mallol y Sergio Castillo. A su vez formó parte del Grupo Rectángulo, compartiendo con artistas como Gustavo Poblete y Ramón Vergara Grez, Matilde Pérez, Elsa Bolívar, Ximena Cristi, Maruja Pinedo y Uwe Grumann.
En 1973 viajó a España donde residió por diez años. En ese momento comenzó a desarrollar la escultura en espacios públicos con obras emplazadas en Tenerife, Islas Canarias. Tras regresar a Chile en 1989, se convirtió en miembro de la Organización de Escultores, agrupación que en 1995 se transformó en la Sociedad de Escultores de Chile, siendo designado Assler como su primer director.
Ha recibido múltiples premios y distinciones. El 24 de agosto de 2009 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas de Chile en reconocimiento por su extensa trayectoria artística. A lo largo de su carrera, el artista ha realizado exposiciones individuales y ha participado en exhibiciones colectivas en múltiples ocasiones en Chile y el extranjero. Sus obras se encuentran en importantes colecciones, como el Museo Nacional de Bellas Artes, Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, Museo de Artes Visuales, Museo de la Solidaridad Salvador Allende, entre otras. A su vez, tiene gran presencia en el espacio público con obras en el Parque de las Esculturas de la Municipalidad de Providencia, Parque de los Reyes, Parque Metropolitano Cerro San Cristóbal, Hito Geográfico Centro de Chile y en diversas otras ubicaciones.
Su obra
Su obra se resuelve a partir del trabajo con materiales como la madera aglomerada y con énfasis con el hormigón armado utilizando moldes de poliestireno expandido. “Tengo una pasión por el hormigón desde hace 40 años, porque descubrí una manera de darle forma a esa masa, que puede ser incluso líquida. Al revés de los escultores, que generalmente trabajan con un positivo, hago lo opuesto, es decir, trabajo el molde”, ha señalado Assler en reiteradas oportunidades al referirse a su pasión por el hormigón.
A su vez, es central en sus propuestas instaladas en espacios públicos la relación con el contexto urbano al que se integra y sobre el cual llama la atención de los transeúntes. Parte de su esfuerzo consiste el estudio de la ubicación en que se emplazará su escultura y cómo se encontrará el espectador con ella, no sólo en la observación del conjunto, sino también en la aproximación a la pieza y su entorno.